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jueves, 18 de abril de 2013

Las canciones de cuna tranquilizan a los bebes prematuros, igual que los padres

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LUNES, 15 de abril (HealthDay News) -- Las canciones de cuna se han usado para tranquilizar a los bebés desde tiempos inmemoriales. Ahora, los científicos afirman que los bebés prematuros en particular pueden beneficiarse de la combinación de esta táctica con otras formas de musicoterapia, como los sonidos que simulan el vientre materno sincronizados con las señales vitales de los bebés.

Al estudiar a 272 bebés en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de 11 hospitales, los investigadores del Centro Médico Beth Israel en la ciudad de Nueva York descubrieron que la música en vivo sincronizada con la respiración y el ritmo cardiaco de los bebés mejoraba los patrones de alimentación y de sueño. Las canciones de cuna seleccionadas por los padres también parecían favorecen el vínculo entre los padres y los bebés, suavizando el estrés del ambiente caótico de una UCIN.

"Históricamente, se pensaba que los bebés prematuros estarían mejor solos en una incubadora silenciosa y cerrada, sin ninguna estimulación", afirmó la autora del estudio, Joanne Loewy, directora del Centro de Música y Medicina Louis Armstrong del Beth Israel.

Sin embargo, añadió, "en la actualidad, estamos viendo que el tipo adecuado de estimulación (sobre todo la música en vivo e interactiva) puede favorecer la función neurológica de los bebés y aumentar su estado de tranquilidad y de alerta. Les ayuda a pasar esos momentos difíciles. . . cuanto más podamos regular el sonido del ambiente, mejor les irá".

El estudio se publicó en línea el 15 de abril como adelanto de su publicación en la edición impresa de mayo de la revista Pediatrics.

Loewy y colegas examinaron los efectos de tres tipos distintos de intervenciones de musicoterapia sobre bebés prematuros. Los bebés habían nacido tras una gestación de al menos 32 semanas y eran pequeños para su edad gestacional o sufrían de afecciones que incluían trastornos respiratorios y septicemia.

Tres veces a la semana durante dos semanas, musicoterapeutas certificados usaron dispositivos llamados panderetas Remo y cajones gato, que reproducían los sonidos "sibilantes" y de los latidos cardiacos en el seno materno y que estaban sincronizados con la respiración y el ritmo cardiaco de los bebés. Los padres o los terapeutas también cantaron las canciones de cuna preferidas por los padres de los bebés (llamadas "canciones familiares"), o "Twinkle, Twinkle Little Star", si los padres no tenían ninguna preferencia.

En comparación con los bebés a los que no se les reprodujo ninguna música terapéutica, los bebes que sí la escucharon experimentaron unos efectos mejores sobre su salud, como, por ejemplo, unos patrones de sueño y de alimentación mejores. Los que escucharon los sonidos de las panderetas experimentaron una mejora de los niveles de oxígeno en la sangre y de los estados de tranquilidad y alerta. Además, la percepción que los padres tenían del estrés en la UCIN se redujo de forma significativa con las intervenciones, indicó el estudio.

"Muchas UCIN son ruidosas, o ponen canciones de cuna al azar grabadas" comentó Loewy. "Lo que queremos decir es que, no se trata de cualquier canción de cuna grabada, sino que es el poder de la voz de los padres sincronizada terapéuticamente. . . y los otros dos sonidos los que pueden tener un efecto terapéutico".

El Dr. Joseph Awadalla, neonatólogo en el Hospital Comunitario Redlands, en California, se mostró de acuerdo con que dicha terapia ayuda a los bebés prematuros a prosperar. Comentaron que los sonidos que recuerdan al vientre materno se han usado en algunos hospitales durante al menos 20 años para tranquilizar y relajar a los bebés.

"Soy consciente de que no todas las [UCIN] ofrecen este tipo de terapia", comentó Awadalla. "No debería haber ninguna dificultad para aplicarla; solo es necesario que el personal entienda que escoger hacerlo ayudará".

El costo de dicha terapia es mínimo, afirmó Loewy, y depende de la zona de Estados Unidos donde esté el hospital. En la zona del Atlántico medio, por ejemplo, los musicoterapeutas certificados cuestan alrededor de 65 dólares por hora, y una sesión habitual con cada niño duraría alrededor de 10 o 15 minutos, afirmó.

"En cuanto al costo, si eso va a hacer que se regule mejor las señales vitales [de un bebé prematuro], hará que permanezcan menos días en el hospital y que se gaste menos en [medicamentos]", añadió.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

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