El mundo musulmán expresó el jueves su esperanza en alcanzar mejores relaciones con el Vaticano bajo el papa Francisco, luego de años difíciles con Benedicto XVI, criticado por sus posiciones hostiles al islam.
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que reúne 57 países, al igual que la institución Al Azhar de El Cairo, el principal centro teológico sunita, se expresaron en ese sentido.
El secretario general de la OCI, el turco Ekneleddin Ihsanoglu, expresó la "esperanza de que las relaciones entre islam y la cristiandad vuelva a ser cordiales y marcadas por una sincera amistad".
"En este momento histórico, la OCI renueva el llamado hecho hace ocho años a una reconciliación histórica entre islam y cristiandad", indicó un mensaje de la organización con sede en Jeddah, Arabia Saudita.
"Esperamos mejores relaciones con el Vaticano después de la elección del nuevo papa por el bien de toda la humanidad", declaró a la AFP Mahumd Azab, consejero del gran imán de Al Azhar, Ahmad al Tayyeb, para asuntos de diálogo interreligioso.
Sin embargo, Azab dejó entender que el nuevo jefe de la Iglesia católica sería evaluado en función de sus actos.
"Desde el momento en que aparezca una nueva orientación volveremos al diálogo con el Vaticano que había sido suspendido a comienzos del 2011", dijo.
El papa Benedicto XVI mantuvo relaciones difíciles con los musulmanes, sobre todo desde el discurso que pronunció en 2006 en Ratisbona, sur de Alemania, en el cual pareció asociar islam y violencia.Esas declaraciones habían provocado manifestaciones en los países musulmanes y el soberano pontífice había intentado reparar las relaciones visitando la mezquita Sultán Ahmet de Estambul, en Turquía, la segunda de un papa a una mezquita en la historia pontifical.
El diálogo con Al Azhar se había reiniciado en 2009 antes de ser interrumpido debido a un llamado del papa a proteger las minorías cristianas después de un atentado suicida contra una iglesia de Alejandría en Egipto en la noche del 31de diciembre de 2010.
Al Azhar había considerado las reiteradas declaraciones de Benedicto XVI sobre los cristianos de oriente como "ataques reiterados contra el islam".
"El restablecimiento de buenas relaciones entre el mundo musulmán y el Vaticano depende de la personalidad del nuevo papa, de su pensamiento y de su visión sobre el acercamiento entre las religiones y los pueblos", estimó Alí Bakr, especialista de los movimientos islamistas del centro de estudios estratégicos de Al Ahram de El Cairo.En 2011, después de las revuelta populares en los países árabes, los islamistas se convirtieron en la primera fuerza política en varios de esos países, agravando el sentimiento de inseguridad de las minorías cristianas.
En particular en Egipto, país más poblado del mundo árabe, con 80 millones de habitantes, donde un miembro de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Nursi, fue electo presidente en junio del 2012.
Egipto cuenta con la comunidad cristiana más importante de Oriente Medio, los coptos, en su inmensa mayoría ortodoxos, pero de los cuales una parte está ligada a la iglesia de Roma.
Los cristianos de Oriente temen en particular el avance de los salafistas, partidarios de un islam riguroso y de una aplicación estricta de la sharia (ley islámica).
Sin embargo, un dirigente de Al Nur, principal partido salafista de Egipto, declaró que era favorable a un diálogo con el Vaticano.
Los salafistas "no estamos contra el diálogo, al contrario, lo recibimos favorablemente", declaró Chaabane Abdel Alim, dirigente de Al Nur.Por su parte, Georges Fahmi, un investigador copto del centro Al Badael de estudios políticos de El Cairo piensa que el "papa hará prevalecer los valores comunes del islam y del cristianismo para favorecer un "retorno al diálogo".
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