Y los papás son más propensos de lo que la gente piensa a usar un método suave, halló un estudio
En otro hallazgo, la investigación mostró que los papás tendían a dar abrazos con más frecuencia que azotes a sus hijos cuando estaban en lugares públicos.
El estudio, de un equipo de la Universidad Estatal de Michigan, aparece en la edición actual de la revista Behavior and Social Issues.
Según los investigadores, al manejar en público a sus hijos que se comportan mal, los padres con frecuencia recurren a "toques negativos", acciones como halar un brazo, pellizcar, abofetear y azotar.
Pero los "toques positivos" como las palmaditas, las cosquillas o los abrazos, normalmente son más eficaces para lograr que los niños pequeños se comporten bien, afirman los investigadores.
Para llevar a cabo el estudio, estudiantes investigadores observaron anónimamente 106 incidentes entre cuidadores y niños de 3 a 5 años de edad en lugares públicos, como restaurantes y parques. El estudio reveló que 23 por ciento de los niños recibieron algún tipo de toque negativo cuando no hacían lo que sus padres les pedían.
"Me sorprendió mucho ver lo que muchas personas consideran como una conducta socialmente indeseable llevada a cabo por casi una cuarta parte de los cuidadores", apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Michigan la líder del estudio Kathy Stansbury, psicóloga y profesora asociada del departamento de estudios en desarrollo humano y familia de la universidad. "También he visto a cientos de niños y sus padres en un ámbito de laboratorio, y no fui testigo de esta conducta ni una vez".
Aunque el estudio reveló que los cuidadores de sexo masculino tocaban a los niños (ya fuera de forma negativa o positiva) con más frecuencia que las mujeres, la mayoría de veces los hombres daban a los niños toques positivos.
"Cuando pensamos sobre papá, nos lo imaginamos como un disciplinario, y a mamá más como una cuidadora, pero no es lo que vimos", apuntó Stansbury. "Creo que como sociedad estamos cambiando, y los papás participan más en los mecanismos diarios de la crianza de los hijos, y eso es bueno para los niños y también para los papás".
Los autores del estudio apuntaron que los niños obedecen con más frecuencia y rapidez ante los toques positivos que ante los negativos o las formas físicas de castigo.
"Si su hijo está enojado y no le presta atención y usted desea disciplinarle, yo usaría un toque positivo y suave", aseguró Stansbury. "Nuestros datos hallaron que el toque negativo no funcionaba".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Michigan State University, news release, Aug. 3, 2012
FUENTE: Michigan State University, news release, Aug. 3, 2012